Mi primer trimestre de Embarazo.

Hacía tiempo que quería compartir con vosotras este post por dos razones fundamentales. La primera es la ilusión que me hace escribir sobre algo tan bonito y especial para mí, como es mi primer embarazo, quedando así para el recuerdo. La segunda porque muchas de vosotras, desde que compartiera la noticia en mi perfil de Instagram hacia la semana 20, os habéis interesado mucho y me lo habéis pedido de algún modo, ya que me habéis planteado muchísimas de vuestras dudas sobre el embarazo. Dudas que, desde mi humilde experiencia (como sabéis, soy Médico de Familia y alguna vez he pasado consulta de control de embarazo en centro de salud pero NO soy Ginecóloga) os he intentado resolver del modo más prudente y siempre hasta cierto punto y de forma limitada.

Quiero dejar claro que mi mayor consejo es que consultéis siempre todas vuestras inquietudes (por tontas que os puedan parecer) con cualquiera de los profesionales que os acompañarán durante vuestro embarazo: matrón/a, Médico de familia y Ginecólog@. Ellos son quienes van a conocer y seguir de primera mano vuestro embarazo y en quienes debéis depositar vuestra confianza.

Lo que desde aquí pretendo es acercaros mi experiencia personal y punto de vista, sin más ánimo que el de entreteneros y aportar alguna información muy general. Reconozco que siempre me ha apasionado el tema embarazo pero ahora, desde que lo vivo en primera persona, ¡muchísimo más! Por tanto, el enfoque de este post (y el de los siguientes trimestres) será personal pero también algo objetivo, con anotaciones básicas pero necesarias que espero os sirvan de ayuda para poder entender mejor y disfrutar saludablemente esta aventura que es el embarazo. Por supuesto sin entrar en tecnicismos ni palabrejas. Es información que toda embarazada acabará sabiendo (¡porque somos de lo más aplicadas!) pero que cuando eres primeriza, al principio todo puede sonarte un poco a chino…

Comentaros también que de este post bien podrían salir 3 ó 4… Aún así, prefiero dejaros todo detallado en uno, aunque os resulte más extenso, ya que os va a dar un enfoque más general y completo de lo que nos depara el primer trimestre de embarazo.

Antes de continuar, si estás leyendo este post porque te encuentras embarazada, ¡déjame darte la enhorabuena y mandarte mis mejores deseos! Y ahora sí, preparaos una infusión, un café… ¡que empezamos!

Comienzo aclarando que en el embarazo, los trimestres no constan exactamente de 3 meses cada uno sino que van por semanas. De modo que el primer trimestre comenzaría la semana 1, coincidiendo con la fecha de tu última regla (FUR) y duraría hasta la semana 14. Por cierto, yo os escribo en mi semana 29 😉

LA MEJOR DE LAS NOTICIAS.

Ser papás entraba en nuestros planes y deseos. He de decir que aunque soy una persona positiva y optimista, en lo referente al embarazo siempre he ido con pies de plomo… Era consciente que a veces quedarse embarazada no es fácil. Unas veces sólo es cuestión de tiempo (ya sabéis que hasta un año se considera lo normal, así ¡que tranquilidad, ánimo y no os agobiéis si estáis en ello!) pero otras puede ser algo más complicado. Y eso da respeto. Al menos a mí me lo daba. Así que la prudencia y el respeto han sido algo que han estado y siguen estando presentes en todo momento, cuando no por una cosa, por la otra… Muchas me entenderéis 😉

En nuestro caso tuvimos la suerte de que fue muy rápido, ¡rapidísimo! De un mes para el siguiente recibimos la mejor de las noticias. Además nos pilló justo celebrando nuestro primer aniversario de boda, con lo cual ¡la celebración fue doble! No nos lo podíamos creer, ¡íbamos a ser papás!

 

 

¿Y AHORA QUÉ? ¿POR DÓNDE EMPEZAMOS? VISITA A LA MATRONA

Una vez que conoces la noticia, empiezan los cambios y el primero es una felicidad absoluta y una ilusión enorme pero en mi caso y como ya os he dicho, también mucho respeto y prudencia, por no decir directamente, miedo. Supongo que nos pasa a todas o casi todas, son sentimientos encontrados y aunque en ese momento eres la persona más feliz del mundo, intentas mantener la calma e ilusionarte lo justo hasta superar la primera eco.

Lo primero que hicimos fue pedir cita con la matrona de mi centro de salud. Ella (o él, según el caso) será el punto de inicio del proceso de embarazo, con quien tendrás el primer contacto a nivel médico y te informará de los siguientes pasos a seguir. Pero esto puede variar de una ciudad a otra, según el protocolo de cada una. En cualquier caso, lo ideal es acudir en cuanto te enteres de tu embarazo para poder tener tus revisiones en el tiempo indicado.

En esta primera visita me abrió la cartilla maternal, que es el documento en el que tanto mi matrona, médico de familia como ginecólogo van anotando los datos de la evolución del  embarazo y que siempre debe acompañarnos a nuestras revisiones. Me pidió la analítica de sangre del primer trimestre, analítica y cultivo de orina, para hacerlas en torno a la semana 10. También nos explicó brevemente algunas medidas, cuidados y precauciones a tener en cuenta durante el embarazo que os explico a continuación ya que me parecen importantísimas conocerlas incluso desde antes de quedarnos embarazadas. Por último, me pesó y tomó la tensión arterial (TA), ya sabéis que un exceso de kilos o una TA elevadas son enemigos de un embarazo saludable.

Os recomiendo que siempre que sea posible vayáis la pareja, ya que no solo es un camino de dos sino que es el comienzo del camino más bonito que vais a emprender juntos y ellos también lo disfrutan siendo partícipes desde el principio.

 

MEDIDAS HIGIÉNICO-DIETÉTICAS DURANTE EL EMBARAZO.

Lo ideal durante el embarazo y lo que mi Ginecólogo me recomendó fue que siguiera mi vida normal. Estás embarazada, es algo fisiológico, natural,… no es ninguna enfermedad. Así que ¡relax y disfruta! Pero siempre con sentido común y teniendo en cuenta algunos cuidados o precauciones, que no tienen por qué suponer grandes cambios o esfuerzos.

Suplementos:

Se recomienda ácido fólico, que es un tipo de vitamina B, para prevenir defectos o malformaciones del tubo neural (espina bífida, anencefalia,…). Lo idóneo es tomarlo 2- 3 meses antes del embarazo aunque en mi caso, el embarazo fue tan rápido que apenas lo pude tomar unas semanas antes. Si os pasa esto no os preocupéis, ya que muchos alimentos también lo contienen, pero iniciadlo lo antes posible. Se mantiene durante el primer trimestre y luego no es necesario, ya que el sistema nervioso estaría formado.

También me prescribieron yodo, es necesario durante todo el embarazo y mientras dure la lactancia materna. Sirve para formar hormonas tiroideas, que ayudan a que el cerebro de nuestro bebé se desarrolle correctamente. Está presente en la sal yodada (aunque cuidado por el riesgo de hipertensión!), lácteos, mariscos… por tanto es probable que no necesites ningún suplemento de entrada ya que está presente en tu alimentación. En mi caso, apenas consumo sal yodada ni lácteos

El resto de suplementos o tratamientos, como hierro oral, por ejemplo, se indicarían en función de los resultados de tus analíticas. Es decir, no hay que tomarlos de entrada (como en el caso de los anteriores).

Alimentos prohibidos / no recomendados:

Las embarazadas, por el simple hecho de estarlo, somos carne de cañón para ciertas infecciones. Es decir, estamos más predispuestas y somos más susceptibles de infectarnos. Si estando embarazadas habéis tomado algún alimento de los prohibidos o no recomendados no os agobiéis ya que esto no significaría que hayáis contraído ninguna enfermedad, ¡no os alarméis! Si así fuera, habríais tenido también  síntomas acompañantes (fiebre, diarrea,…) Lo más normal es que no pase nada.

Por otro lado, tampoco pretendo decir a cada mami lo que debe comer ni cuestionarla en absoluto en este sentido. Simplemente que sepáis que existen algunos alimentos que pueden suponer un riesgo para nosotras o nuestro bebé. Algunas de mis amigas, por ejemplo, no sabían que detrás de un inofensivo trozo de queso puede haber un cierto peligro. De modo que si asumimos ese peligro, sea de forma consciente y no porque la mujer embarazada no lo sepa 😉

Dicho esto, estos son algunos de los alimentos con los que hemos de tener más cuidado.

LECHE y DERIVADOS (quesos, yogures,..) SIN PASTEURIZAR. Pueden transmitir la bacteria Listeria a la mami que través de la placenta, llegaría al  feto. Yo, por ejemplo, dejé de tomar quesos fuera de casa, sólo consumo los que compramos comprobando antes que en la etiqueta ponga «hecho con leche pasteurizada». Los más desanconsejados: feta, brie, camembert, roquefort, cabrales,..

Si vamos a tomar algún PLATO PRECOCINADO o alguna SOBRA de otro día, tenemos que CALENTARLA MUY BIEN (hasta ver vapor) y así eliminaríamos la posible listeria que también puede existir en estos alimentos.

Tengo también entendido que las ENSALADAS LISTAS PARA TOMAR (las típicas envasadas que compramos en el súper) también pueden tener gran cantidad de esta bacteria. Además de Toxoplasma. ¡Mejor evitadlas!

CARNE CRUDA, puede tener ambas bacterias. Ya sabéis que podéis tomarla cocinada sin problema y si además ha estado congelada previamente, mejor. Ambos procesos destruyen estas bacterias.

EMBUTIDOS CRUDOS (jamón serrano, salchichón, chorizo, caña de lomo,…) podemos tomarlos pero previamente congelados. He leído que al menos 2 días si la temperatura de nuestro congelador es de 20º bajo cero ó 3 días si es a -10º.

El jamón cocido, pavo, mortadela,… podemos comerlo sin problema ya que están cocidos, no crudos. Eso sí, cuidad que no lleven mucho tiempo en la nevera porque en ese caso, también podría estar infectados. Yo de momento, sólo estoy tomando pechuga de pavo, que es lo que más me gusta y siempre he tomado. De embutidos crudos no he tenido antojo aunque en breve empezaré a congelar jamón serrano para navidad…jejejeje.

FRUTAS Y VERDURAS SIN LAVAR. Especialmente lechuga y otras hojas verdes para ensaladas. Yo las pongo en remojo con Amuquina y agua un rato, luego las enjuago bien. En la calle nada de ensaladas que tengan lechuga, brotes,…

PESCADO CRUDO Y AHUMADOS puede transmitir anisakis (el famoso gusano) En teoría no afecta al feto pero si nos infectamos estando embarazadas, sería de importancia para nosotras. Lo que os decía, somos un blanco fácil… Si previamente ha sido congelado (el tiempo va a depender del tipo de congelador, como he leído de todo, yo lo dejaría al menos una semana), no hay problema ya que así destruimos el anisakis. En teoría, ya sabéis que por ley, cualquier restaurante o bar que sirva este tipo de platos, deberá haberlo congelado antes obligatoriamente. Aún así, yo prefiero evitar tomarlos en la calle, por si acaso… Ojo sobre todo con los boquerones en vinagre, anchoas, sushi, ceviche, sashimi,…

PESCADOS GRANDES como el ATÚN o PEZ ESPADA contienen altas concentraciones de Mercurio (es un metal tóxico) de modo que si lo consumimos en exceso se puede depositar en tejidos del bebé (sobre todo en cerebro). No pasa nada por tomarlos pero hacerlo siempre con mucha moderación, de modo puntual. Los pescados pequeños no solo podemos tomarlos con tranquilidad sino que además son súper recomendables.

HUEVO CRUDO. Mejor evitarlo ya que puede transmitirnos Salmonella, que atravesaría la placenta y  afectaría al feto. Procurad que los huevos siempre sean frescos, si hacemos una tortilla que cuaje bien, cuidado con las salsas con huevo crudo,…

CARNE DE CAZA hay que limitar su consumo ya que contienen plomo, un tóxico que podría interferir en el adecuado desarrollo cerebral del bebé.

Sobre el consumo de ALCOHOL Y TABACO entiendo que no es necesario añadir nada.

Otras medidas: Evitar manipular tierra de plantas así como gatos y, sobre todo, sus heces porque pueden estar infectados por toxoplasma.

Mantén tu nevera limpia ya que estos «bichitos» crecen felizmente a la temperatura de tu refrigerador.

 

LA ANALÍTICA DEL PRIMER TRIMESTRE.

Durante el embarazo, en principio, nos hacen una analítica y una ecografía por trimestre a menos que nuestro embarazo presente algún factor de riesgo de entrada o que a lo largo del mismo se detecte alguna complicación. En estos casos nos derivarían a Embarazo de Alto Riesgo, donde los controles serán más frecuentes.

Como os decía, esta primera analítica me la pidió la matrona y lo ideal es hacerla en la semana 10 aproximadamente. Luego, los resultados los vimos en la primera revisión con el Ginecólogo, en la semana 12, que también te hace tu primera ecografía. Aunque como os cuento más abajo, mi primera ecografía fue en la semana 8 en consulta privada.

¿Qué es lo más importante que nos piden en la analítica y por qué?

Niveles de hemoglobina (Hb): lo normal es que en principio no tengamos anemia, es decir que nuestros niveles de Hb estén dentro de la normalidad pero a lo largo del embarazo, lo más probable es que desarrollemos una anemia, que necesitaremos tratar con hierro oral. Pensad para el desarrollo del bebé necesitamos (entre otras muchas cosas) más hierro y que además nuestro volumen de sangre va a aumentar (puede que hasta 2 litros más) pero la Hb no aumentaría, seguiría siendo la misma cantidad, así que queda más diluida.

Grupo sanguíneo. Es importante tener en cuenta nuestro grupo sanguíneo ya que podría haber incompatibilidad con el del feto. A efectos prácticos, lo que nos interesa saber es que si somos Rh negativo ( y padre Rh positivo o no conocemos su Rh), como es mi caso, en la semana 28 nos tenemos que poner una vacuna de inmunoglobulina anti D y asunto resuelto. No entro a explicaros mucho más porque esto daría para unos cuantos post más y con que sepamos esto es más que suficiente 😉 Si eres Rh positiva no tienes que hacer nada.

Glucosa: El azúcar es otro de nuestros enemigos y algunas embarazadas desarrollan una Diabetes gestacional (que normalmente se resuelve después del parto) y esto no sería conveniente ni para ella ni para el desarrollo del bebé. Estos niveles de azúcar serían en ayunas.

O´Sullivan: Se realiza de forma estandarizada en el segundo trimestre de embarazo pero también se hace en el primer trimestre si tienes algún factor de riesgo para desarrollar diabetes gestacional como, por ejemplo, ser mayor de 35 años. Así que servidora, que tiene 36 años, se lo hizo en esta primera analítica. Consiste en medir los niveles de azúcar pero no en ayunas sino a los 60 minutos de haberte tomado el famoso «liquidito dulzón». A mí me salió normal.

Si el resultado sale bien, ¡genial! Puedes seguir dándote algún capricho dulce de vez en cuando. Repito, ¡de vez en cuando! 😉 Pero si te sale más alto de lo normal, puede ser que tengas una Intolerancia a la Glucosa (normalmente se controla con dieta) o una Diabetes gestacional. Para descartar o para confirmar estas patologías habría que hacer otra prueba, que sería la definitiva. Es la famosa Curva Larga o Sobrecarga oral de glucosa, la hacen en el hospital (no en centro de salud) y te citan por teléfono en cuanto detectan tu analítica alterada, súper rápido. También hay que tomar el famoso líquido (que, por cierto, no es para tanto! jejeje) pero en esta prueba te extraerán 4 muestras de sangre…. Sí, cuatro pinchazos con sus cuatro tubos de sangre, el primero cuando llegas y luego cada hora. Con lo que deberás estar allí unas 3 horas en total.

Hormonas Tiroideas:  Con tanto cambio que está experimentando nuestro cuerpo, estas hormonas pueden alterarse, así que hay que comprobar que siguen en sus niveles normales y no necesitamos ningún tratamiento específico.

Serología: VIH, sífilis, rubeola, toxoplasma,…Esto también lo piden en la primera analítica, lo normal es que estés vacunada de la Rubeola y que te salga positivo. Si ya pasaste la toxoplasmosis, también te saldrá como positivo, así que puedes obviar algunas restricciones de alimentos 😉

Por último y lo que más respeto nos puede dar, el Screening del primer trimestre. Sirve para detectar precozmente posibles cromosomopatías del feto (como el síndrome de Down) Con esta prueba NO te dicen si el bebé tiene o no alguna cromosomapatía, lo que te dicen es la PROBABILIDAD O RIESGO de que la tenga.

Para ello, el Ginecólogo tiene en cuenta: la edad materna, datos hormonales de la analítica de sangre y datos que obtiene de la primera ecografía (grosor del pliegue nucal / ductus venoso/ presencia de hueso nasal) Con el conjunto de todos estos valores, se obtendría el riesgo de cromosomopatías, que puede ser BAJO RIESGO o ALTO RIESGO. Dentro del bajo riesgo, hacen una subclasificación: bajo riesgo y riesgo intermedio.

SI EL RIESGO ES BAJO, te recomiendan no hacer nada más. Sin embargo, esto es una probabilidad, por tanto, no excluye al 100% alteraciones de los cromosomas. Hay pocas papeletas de que toque pero, aún así, puede que no te quedas tranquila 🙁

SI EL RIESGO ES ALTO, te recomendarán otra prueba que es la AMNIOCENTESIS, que consiste en extraer una muestra de líquido amniótico mediante un pinchazo en la barriga de la mamá, guiada con ecografía abdominal. Este líquido se analiza y la fiabilidad de los resultados se aproxima al 100% (aunque no os sé especificar exactamente) Sin embargo, esta prueba puede tener sus complicaciones… Ya sabéis que además de dolorosa para la madre, tiene riesgo de aborto.

Sin embargo, desde hace unos años existe una alternativa a esta prueba, que no implica riesgo ninguno ni para la madre ni para el bebé. Se puede estudiar el ADN fetal mediante una analítica de sangre a la madre. ¿El inconveniente? Su elevado coste, que ronda los 550-600 euros y no cubre la seguridad social. Pero esto ya es una decisión personal, claro.

Os cuento que nosotros la hicimos (el riesgo era intermedio) y da mucha tranquilidad durante el resto del embarazo saber que, en ese sentido, todo va bien ya que la fiabilidad del resultado es muy alta. Además, si así lo deseais, os dirán los cromosomas sexuales del bebé, es decir, sabréis el sexo. De modo que en la semana 13 ya sabíamos que ¡nuestro bebé sería un niño!

Por supuesto hay parejas que no quieren someterse a estos estudios. Personalmente, me parece importante ya que el seguimiento de un embarazo con un bebé síndrome de Down (por ejemplo) va a ser más controlado y, por otro lado, los padres podrán empezar a informarse de las necesidades de su bebé desde antes del nacimiento. Pero insisto, cada pareja decide libremente si desea o no hacerse el screening de cromosomopatías.

Y hasta aquí lo más importante en cuanto a la analítica de sangre del primer trimestre. Muy extenso, lo sé, pero si has llegado hasta aquí quizás hayamos resuelto algunas dudas o sepas cosas que antes desconocías 😉

 

LA PRIMERA ECOGRAFÍA.

Como os decía, suele hacerse en torno a la semana 12. En mi caso la primera la hicimos en la semana 8 en consulta privada y, posteriormente, en la semana 12. A pesar de que mi embarazo sigue su curso sin incidentes, mi ginecólogo privado me revisa cada 4-5 semanas y esto da una gran tranquilidad. Además, también voy a mis revisiones de la seguridad social.

En esta primera eco, básicamente te dirán si el embarazo es único o múltiple, si está implantado en el útero (si no sería un embarazo ectópico), medirán a tu bebé para ver si está creciendo acorde a lo que corresponde a su edad gestacional… y lo que esperamos con más ganas después de que nos digan que todo va perfecto: escuchar el latido de su corazón. Sin duda es una de las partes más emocionantes de cada eco y no sé como lo hago, que rara es la vez que no salgo llorando. Me parece tan increíble que con tan poquito, se esté formando una vida dentro de mí… En ese momento, en esa primera ecografía es cuando realmente ¡empiezas a creértelo!

 

SÍNTOMAS.

He tenido una suerte que ni yo me la creo. Y es que no solo el primer trimestre estuve de maravilla sino que a mis 29 semanas de embarazo continuo sin molestias ni síntomas de interés. En este sentido he sido una privilegiada y al no tener ningún síntoma, he podido disfrutar plenamente cada momento. Como os digo, este es mi caso y cada mujer es un mundo y su cuerpo reacciona de un manera. Pero yo os cuento mi situación 😉

Lo normal es que en los 3 primeros meses se presente algún síntoma típico o más de uno. Ya sabéis… náuseas, vómitos (sobre todo por la mañana), cansancio, más sueño del habitual, hay mujeres a las que la tensión se les baja e incluso pueden marearse, perder el conocimiento,…

También son típicos los ascos ( a comidas y olores) y antojos, a partes iguales. Es posible que un plato que te encantaba, ahora no puedas ni verlo… curioso! O que te dé por comer algo, sin entender muy bien por qué. Yo en ese sentido he seguido igual, no he notado ningún antojo o asco, tenía la esperanza de coger rechazo hacia el chocolate pero nada, ¡no ha podido ser! jejeje

Muchas me preguntáis si noté algo antes de enterarnos del embarazo, es decir, si tuve algún síntoma antes de la «falta» y la respuesta es sí.  En resumen, los síntomas fueron muy similares a los premenstruales pero algo más intensos: hinchazón y molestias constantes en la zona baja del abdomen, pecho más tenso y sensible,… Pero notas que no son las molestias típicas que tienes cada mes, sino que son más intensas y en lugar de un día o dos, duran más días, claro. Entre la falta y estos síntomas diferentes, las sospechas se dispararon y tenía la intuición de que estaba embarazada.

Y como anécdota que me hace mucha gracia, una de mis amigas empezó a sospecharlo antes incluso que yo misma… semanas antes de tener la falta. Ibamos en su coche y yo estaba súper inquieta, nerviosa con el tráfico y mientras ella conducía, yo no paraba de gritarle «cuidado!!!» » frena, frenaaaaaa!!!» «mira ese coche….cuidado!!!!» En fin, estaba dándole el viaje… Hasta que me dijo: » ¿Qué te pasa hoy? ¡Tú estás embarazada!» Imaginaos mi cara… jajajaja… que justo habíamos empezado a buscar bebé. Ahora lo recordamos y nos reímos; tenía toda la razón pues en ese momento yo aún no tenía ni idea pero ¡estaba embarazada!

 

CUIDADOS PERSONALES Y ESPECÍFICOS.

Sigo mi vida normal aunque con algunos pequeños cambios:

  • Dejé de subir en moto, lo hacía poco pero a raíz del embarazo nada.
  • Nada de anticelulíticos, ya sabéis que no son recomendables en el embarazo.
  • Añadí a mi rutina diaria el aceite Bio Oil, aplicado en todo el cuerpo cada noche después de la ducha y genial! Ahora estoy con la crema antiestrías de Suavinex,me gusta pero menos porque siento que no hidrata igual así que antes pongo aceite de almendras. De momento las estrías están bajo control! Aunque dicen que por mucho que cuides la piel, si tienen que salirte, te saldrán… Aún así yo sigo con mi ritual diario 😉
  • Os dejo también otras ideas de cremas atiestrías que muchas de vosotras me habéis sugerido por Instagram: Trofolastín (yo no soporto su olor… y eso que, como os decía, no he cogido ascos a nada pero esta crema me puede…); Nivea lata azul mezclada con aceite de rosas de mosqueta; antiestrías Isdín. Ya sabéis que en la constancia está la clave 😉
  • Sigo la misma alimentación, teniendo en cuenta las precauciones que os contaba antes. Hago 4-5 comidas diarias y como de todo, no he seguido ningún tipo de dieta específica ni he hecho cambios de interés en mi alimentación. En este trimestre no puede deciros exactamente el peso que cogí ya que no empecé a controlarlo hasta la semana 6-7 de embarazo. Pero calculo que sobre 1,5 Kg en total.

EJERCICIO FÍSICO.

Durante el primer trimestre ya sabes que lo recomendable es evitar deportes de impacto o de alta intensidad, aunque esto depende de cada mujer. Pregunta siempre a tu Ginecólogo y más si practicas algún deporte en concreto.

Yo me limité a salir a caminar a paso ligero al menos 4 veces por semana, unos 7-8 Km, que se dice pronto! Aunque desde hace un par de meses bajé la guardia 🙁 Eso sí, no paro quieta, estoy todo el día haciendo cosas y espero que eso también cuente! jejeje.

 

Pues hasta aquí mi primer post de maternidad, espero que no se os haya hecho excesivamente pesado pero, como os decía, no quería dejarme nada en el tintero y, sobre todo, responder todas las dudas que me habéis ido planteando durante estas semanas. Como veis hay mucho texto y  muy pocas fotos, con lo que puede hacerse aún más pesado… Pero lo cierto es que hasta en ese sentido fuimos prudentes y las primeras fotos de la «barriguita» (las que veis en este post) no fueron hasta la semana 12, tras la revisión del primer trimestre. Eso sí, a partir de ahí y viendo que el cuerpo iba «cogiendo forma» y el bebé creciendo sano, hemos estado haciendo cantidad de fotos para el recuerdo! Os recomiendo que también vosotras os las hagáis, es una etapa preciosa y ver tu evolución hace mucha ilusión. Además, en un futuro también podrás enseñárselas a tu bebé cuando crezca y seguro que le encantará verse 😉

Si has llegado hasta aquí, ¡GRACIAS! Espero haberte aportado algo 🙂 La idea es continuar con las publicaciones de maternidad, ya que tengo una lista con vuestras sugerencias más frecuentes en este sentido: ideas para vestir si estás embarazada, preparativos para la llegada del bebé, mi segundo y tercer trimestre de embarazo,… Cualquier otro tema que os interese no tenéis más que proponérmelo en los comentarios y estaré encantada de escribiros sobre ello 😉

Os mando un fuerte abrazo y aprovecho para agradeceros todos los mensajes bonitos y muestras de cariño que me hacéis llegar a diario a mi perfil de Instagram. Esta etapa está siendo preciosa y también vosotras sois «culpables».

 

Rocío.

 

 

 

 

 

 

Un pensamiento en “Mi primer trimestre de Embarazo.

  1. Acabo de leerlo! No había leído un post así con tanto sentimiento y encima sabiendo desde tu conocimiento tantas cosas que estoy segura que la mayoría desconocíamos, me encantaaa! Quiero massss post 🙏un besito de buenas noches sister (in law) 😘😘

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *